08 julio 2016

CAMBIOS, CAMBIOS (y II)



Como ibamos diciendo....
Esto del lado del emisor. Pero ¿Y el receptor? El cliente, ¿Dónde está el cliente?...¿Quién ve la televisión? ¿Cómo, dónde y con quién la ve?.
El televisor, mejor dicho la pantalla, ya no es el tótem alrededor del cual se reunía la familia para ver el telediario y gozar después de una dosis de benéfico entretenimiento política y moralmente correcto. Hoy, la tercera, la cuarta y la quinta pantallas han conseguido que los integrantes de la familia Telerín salgan disparados a sus respectivas habitaciones a disfrutar en compañía de sus “amigos virtuales” es decir, solos (¡oh!, las redes sociales), de la serie que apetezca o del youtuber que nos diga lo que hay que hacer, en plena “libertad”. Ya no somos esclavos del programador de turno, podemos ver lo que queramos sin que papá o mamá nos echen el aliento en el cogote…ni que el audímetro nos espíe y se chive de lo que vemos. Pero, queridos niños, ¿Os habéis percatado de que los anuncios de YouTube parece que os los hicieran a medida?. Curioso…
Entonces…¿Acaso estamos destinados a una televisión super especializada, con canales Premium que se verá en pantallas de enorme resolución (4K, 8K…) y gran tamaño (80”, 100”) o en la Tablet y el Smartphone y a la carta (y por el que pueda pagarla, aquí está el negocio) mientras las generalistas languidecen entre tómbolas y demás pachangas para votantes adomecidos?
Pues si. Y llegará por los 300 megas esos que circularán por la fibra óptica que viaja bajo vosotros por las autopistas. Cuando ellos quieran, es decir, cuándo el mercado “esté maduro”. Es cuestión de tiempo. Pero hay tanta "pasta" en juego...

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