01 diciembre 2016

ÚLTIMOS GRITOS DE LA CIENCIA


Hoy os traigo dos temas que acabo de ver paseando por la red y que son de gran importancia. El problema es que, tal como está el patio, yo se que uno es más importante que el otro, pero no tengo claro cual es. A ver si entre todos llegamos a una conclusión.

Por una parte, YouTube anunció el pasado miércoles la incorporación de un soporte para transmisión de video en vivo en 4K. Streaming de luxe.

El “cine de Google” anuncia que los creadores ya pueden emitir y los espectadores disfrutar (siempre que sea a través de un monitor 4K, lógicamente) de la extraordinaria calidad del sistema. 
Todo esto implica que quien quiera realizar directos en 4K podrá hacerlo a través de YouTube, ya sea en definición estandard o en 4K e incluso emitir vídeos grabados en 360º.

Ya hemos hablado aquí del 4K y “sus cosas”, esta noticia sólo confirma que el avance es imparable. Estas Navidades van a vender “Cuatrokas” como rosquillas.
Por cierto, el próximo Barça-Real Madrid, ofrecerá repeticiones en 360º. 
No digo más.



La otra noticia me tiene extasiado. Alguien ha inventado para Coca-Cola una botella que te hace selfies cuando bebes de ella.

                                FUENTE:COCA-COLA ISRAEL


Por lo visto la cámara, situada en la base de la botella, se activa cuando esta se inclina 70º obteniendo una estremecedora imagen del bebedor mientras ingiere el preciado liquido. La información que proporciona la revista digital sobre publicidad y relaciones públicas The Drum no especifica otras utilidades (si se pueden fotografiar fantasmas u otros seres paranormales, por ejemplo) pero confieso que esto me tiene muy inquieto. El uso que se pueda dar a este invento escapa de los límites de mi imaginación. No se a donde puede llegar la ciencia, cuando trabaja codo a codo con la creatividad desbordada.

Y por supuesto, el dispositivo está pensado para que una vez hecho el desgarrador testimonio gráfico, puedas lanzarlo a las redes sociales y ser admirado inmediata y globalmente.

¡Anda que….!


24 noviembre 2016

EL MOMENTO DECISIVO. ¿CAZAR O PESCAR?


En el anterior post, en el que os exhortaba a acudir a la exposición de Robert Doisneau, quedó en suspenso comentar algo sobre el llamado “momento decisivo”. Como sabemos, esta expresión la acuñó el gran reportajista (quizá el paradigma del género, junto a Robert Capa, perdonen es una opinión) Henri Cartier-Bresson.
La idea es describir esa imagen “cazada” al vuelo, esa instantánea irrepetible, que una milésima de segundo antes o después ya no sería igual.
Componer una imagen cazada al vuelo  es muy difícil, ya que implica captar la acción y que todo esté “en su sitio” cosa harto complicada. Por eso la técnica que seguían Cartier-Bresson y Doisneau y que seguimos algunos de sus modestos seguidores no es la de cazar, sino la de pescar.
 
Indudablemente los fotógrafos somos gente especial, raros, por qué no decirlo. Vemos cosas que los demás no ven y hacemos barbaridades por conseguir una foto que solo nos va a reportar satisfacción personal. Y no digamos si, además de fotógrafo, eres alpinista…
                                                  
Sin tener la osadía de compararme con los dos genios mencionados, hace mucho que descubrí que la perfecta instantánea  no es un golpe de vista (salvo en contadas ocasiones) sino que hay que esperarla.  Ves un escenario y a alguien que te sugiere algo. El momento se produce cuando el personaje se integra en el escenario, en el lugar preciso para que la composición sea perfecta y se produzca la magia. Clic. Ya está.
Recuerdo tener una gaviota encuadrada y enfocada, esperando a que emprendiera el vuelo para fotografiarla contra un bellísimo fondo en las islas Lofoten, en Noruega. Yo esperaba que el pajarito echase a volar en cualquier momento y cazarle, pero estuvo, ¡20 minutos! sin moverse. Yo estaba agotado y a punto de bajar la cámara, cuando de pronto, despegó…en picado hacia el agua y se salió de cuadro. Naturalmente yo había encuadrado suponiendo que iba a volar hacia arriba. Fue una de esas fotos que nunca olvidas, porque no llegas a hacerla.
Afortunadamente no siempre te quedas con el índice en alto. Lo digital nos ha evitado esperar todo el proceso de revelado para gritar: ¡Mira, mira que foto! a quien sea que tiene la desgracia de sufrir en silencio nuestra afición patológica a cazar momentos, a riesgo de que alguien te rompa un diente…porque claro, como en el viejo Oeste, aquí se dispara y después se pregunta, en su caso.

Pero veamos la diferencia entre cazar y pescar. Son dos fotografías tomadas el mismo día en dos lugares muy próximos en Amsterdam.  En la primera observo ese fondo con una geometría tan peculiar, encuadro y espero a que pase algo. Pasa la ciclista y ya se lo que estaba esperando. La pesco. Clic. Pero el propio fondo, con tanta gente...ya veremos.

 

 La segunda responde a mi búsqueda  de alguien que fuera hablando por el móvil mientras avanzaba en su bicicleta. La vi, levanté la cámara y la cacé. Clic. Pero hay un problema, el foco no es bueno, está en el fondo, aunque el ligero movimiento da a la fotografía el dinamismo necesario y el fondo… ya veremos.



Si,  posteriormente a la caza y a la pesca, las he cocinado. Y aquí ya oigo los gritos: ¡Fraude!, ¡Falsificación!, ¡Trampa!...
¿Por qué? ¿Es que la fotografía tiene la obligación de ser una copia exacta de la realidad? ¿Le pedimos a Antonio López que sea exactamente igual de fiel cuando pinta la Gran Vía? Es un extraordinario cuadro hiperrealista, que si no fuera porque no hay gente podría pasar por una foto, si en vez de ver el cuadro original vemos una reproducción, como esta:

En imagen, lo importante es el resultado final, siempre que no haya perjudicados. ¿O alguien cree que esta foto es una instantánea “cazada”?

Es de Cartier-Bresson, el maestro del instante decisivo, pero está claro que aquí “pescó”. Esas barandillas no se colocan solas, hay que estudiar mucho, componer y esperar a que pase algo. Y pasó el ciclista. Clic. Foto para la historia.

Resumiendo: menos integrismos y más saber a dónde queremos llegar. Por donde lo hagamos, da lo mismo.

ROBERT DOISNEAU. LA MODESTIA DEL GENIO.


Vuelvo por aquí después de un paréntesis obligado por otras prioridades dactilográficas (que estoy escribiendo un libro, vamos) y acuciado por el “alud de peticiones” de que siga publicando  mis cositas. Hace un par de días coincidí en la proyección objeto de este post con mi buen amigo y contumaz fotógrafo, Raúl Jiménez, que me confesó: “de vez en cuando entro en tu blog a ver si has publicado algo nuevo”. Ante tal elogio, me sentí obligado  a complacerle. Y como hoy tenemos tema, pues al asunto.


  
Lo primero es felicitar a la Fundación Canal por el buen trabajo que está haciendo. Después de deleitarnos con las magníficas imágenes de VIVIAN MAIER ahora trae a Madrid una exposición del maestro del reportaje urbano Robert Doisneau, enriquecida con la proyección de un impagable documental sobre su vida y obra.
Reconforta comprobar que aun quedan Instituciones en las que hay gente que sabe lo que hace. ¡Ojalá fuera un Ministerio!.

Doisneau es un fotógrafo de sobra conocido, hasta tal punto que se dice que su fotografía “El beso” es la más vendida del mundo. La hemos visto impresa en productos que van desde camisetas a ropa interior masculina (o sea, calzoncillos) o desde tazas a tatuajes. Y eso que era una foto preparada. Es público que los enamorados que se besan eran dos actores que el fotógrafo contrató para realizar un encargo de la revista Life.
Y ello nos lleva a la primera controversia que quiero reactivar ¿Es lícito preparar una fotografía?
A mi no me cabe la menor duda: Si.  Siempre y cuando la preparación (o la postproducción, en tiempos del Photoshop) no implique una manipulación que perjudique a alguien. La frontera de la ética está muy clara en fotografía: todo vale para obtener el resultado que buscamos siempre y cuando apliquemos la norma universal: no hagas a otro lo que no quieras que te hagan a ti.
Resulta muy curiosa la hipocresía con que algunos puristas afrontan este tema y, sin embargo, elevan a los altares  a “artistas” que toman el pelo al personal con fotos irrelevantes pero muy grandes.
El que una fotografía preparada sea la más vendida de la historia, da que pensar y avala mi teoría: el resultado es lo que importa. Mientras Cartier Bresson inventa el concepto de “instante decisivo”, Doisneau, más modesto, se limita a esperar. “Fotógrafo cazador contra fotógrafo pescador”, podría decirse. Dos concepciones aparentemente distintas, pero empezamos a sospechar que la perfecta composición que las fotografías de ambos maestros presentan, no son producto de la improvisación en ninguno de los dos. Ni de la suerte.
En el siguiente post desarrollaré este tema del “instante  decisivo” y las reflexiones que nos provoca, pero mi intención en este es llamar la atención sobre la exposición, que recorre en 110 fotografías, 45 años de trabajo del cronista de París y sobre el documental que la acompaña que, si no cambia la programación, sólo se proyectará una vez más, el día 30 de noviembre, aunque la exposición se puede visitar hasta el 8 de enero.
El documental contiene momentos exquisitos como una entrevista que le realiza al fotógrafo un indocumentado periodista de televisión en la que le pregunta extrañado “¿Por qué publica un libro de fotos en blanco y negro?” A lo que el genio le responde “Es más barato”. A veces da pereza dar explicaciones a quién no las va a aprovechar.
Resumiendo: Una ocasión única de conocer de “primera vista” la obra de uno de los mejores fotógrafos de la historia ¡No os la perdáis!

El documental vuelve a proyectarse el próximo día 30.

FUNDACIÓN CANAL, Mateo Inurria, 2

28 agosto 2016

SUGIMOTO. ¿GRANDES FOTOS O FOTOS GRANDES?


 
"Ceder es conservarse íntegro, doblarse es enderezarse, estar vacío es llenarse", decía un maestro zen .
”Estos son mis principios, si no le gustan tengo otros,” decía Groucho Marx.
 
Al salir de la exposición de  Hiromi Sugimoto  pensé “si, muéstreme más fotos suyas, porque estas no me interesan nada”.
Los tiempos que corren, más cercanos al “todo vale” que a las certezas artísticas, no invitan a criticar a un genio mundialmente reconocido, pero después de ver las imágenes frescas y sinceras de Vivian Maier la comparación, no por odiosa, deja de ser cierta: fotos grandes y grandes fotos. Y dos posturas ante la vida: la grandeza del genio que pasa desapercibido y el "postureo" del genio entronizado por los marchantes y demás amiguitos.

Si la obra de arte es la suma de lo que nos comunica o nos hace sentir a la que añadimos una ejecución irreprochable, las fotografías del maestro japonés son de una perfección técnica y un tamaño que te deja sin respiración, pero a mi me provocan la duda que me surge ante algunas presuntas obras de arte: ¿Seré yo un botarate –bonita palabra que hay que recuperar para la modernidad- o me están tomando el pelo?
Sin descartar la primera posibilidad, creo que la segunda tiende a imponerse.


Veamos, Mr. Sugimoto: Usted encuadra, con una cámara de placas de gran formato, una pantalla de cine sobre la cual se proyecta una película durante los 90 minutos correspondientes y consigue una fotografía de la pantalla con el obturador de su cámara abierto todo el tiempo. 

 Union City Drive-in1993.

“Como una luz blanca, brillante, casi fantasmal. Nos parecen pantallas vacías y, sin embargo, contienen la suma de miles de imágenes superpuestas”. (El entrecomillado es literal del catálogo). La pantalla aparece blanca porque está, obviamente sobreexpuesta (quemada). Conseguir la exposición correcta para el resto de la imagen no tiene mayor dificultad, pero hay una fotografía  de un cine de verano en la que se ven unos árboles que en 90 minutos no han movido ni una de sus hojitas, porque tienen un detalle perfecto. Unas líneas en el cielo delatan, si, la exposición larga, pero algo no cuadra. ¿No hay viento en hora y media? Y además, ¿Qué interés tiene eso de condensar noventa minutos de supuestas imágenes (si hemos de creer esta convención que se ha inventado) en una sola fotografía de  la nada? Demasiadas conjeturas para una fotografía. No se, señor Sugimoto… estoy perplejo.

Henry VIII, 1999.

 Y no dejo de estarlo cuando veo una colección de magníficos retratos de Fidel Castro, El Emperador Hirohito, Enrique VIII, ¿Cómo? Si, Enrique VIII, aquel rey que gustaba de cambiar de esposa por el procedimiento de la separación...de la cabeza.
Ya, es que son figuras de cera retratadas en su estudio. Y entonces, ¿Dónde está la gracia? Porque aquí el que es bueno es el escultor de las figuras…como el que ha realizado los dioramas del museo que usted retrata haciéndonos dudar de si son escenas reales. Estas dos series (Portraits y Dioramas) según el catálogo “nos hacen explorar los límites de nuestra percepción visual”.
Me viene a la memoria mi buen amigo Antonio de Benito (QEPD), excelente fotógrafo, purista y azote de farsantes, al que me parece escuchar lanzando sus irónicos comentarios ante esta “exploración”.

Y entonces leo en la pared de una de las salas de la exposición (la transcribo en el móvil porque no dejan hacer fotos en la sala) la siguiente frase del autor:
“No importa cuan falso sea el tema. Una vez fotografiado es como si fuese real”.
 
Ahora se entiende todo. Resulta que la fotografía es un medio de hacernos dudar de lo que vemos. Y yo que creía que era captar el momento decisivo, la belleza, motivar con la imagen, llevarnos a lugares y conocer gentes…definitivamente, soy un botarate.

“Black Box” Hirohi Sugimoto. Hasta el 24 de septiembre.


21 agosto 2016

¿QUÉ CÁMARA ME COMPRO?


Muchos ya volviendo de vacaciones o a punto de terminarlas, habréis tenido la sensación de que el móvil se queda corto para hacer fotos…como Dios manda.

No voy en pisar ese charco, pero si estoy seguro de que a muchos les pica la “necesidad” de hacerse con una digital y hacer fotos como los profesionales…o casi.

La decisión de comprar una cámara es complicada, porque son muchos los factores a tener en cuenta. Vamos a ver si nos aclaramos:

Lo primero, tal como está el patio, el precio es muy importante. Y podemos caer en la tentación de tirar la casa por la ventana: “Una réflex de primera marca con muchos megas y objetivos de lo mejor” no nos fallará y es lo que nos merecemos…pero ojo ¿Has pensado bien que tipo de fotografía vas a hacer? No es lo mismo hacer paisajes que retratos o bodegones y, no nos engañemos, de todo no vamos a hacer.  Además, el peso, el volumen, la indiscrección, el cuidado que hay que tener…puedes terminar usando de nuevo el móvil.

Primer consejo: Medita bien el uso que vas a dar a a tu cámara. Deja abiertos caminos a explorar pero no tantos como para perderte.

Bien, ya te has decidido, ahora vamos a ver que nos ofrece el mercado. ¿Cómo quiero que sea mi cámara?

Quiero que sea pequeña y no pese. Vale, tenemos un montón de compactas que se llevan en el bolsillo y tienen prestaciones impresionantes, pero eso ya lo tiene el móvil. Lo que no tiene son controles manuales, que te permiten hacer a tí la foto y no el japonés que lleva el Smartphone dentro. Exposición, enfoque, zoom óptico (los digitales no son zooms sino un “recortador” de imágenes), visor, son características que te independizan de los automatismos y te van soltando en  este asunto del “retratismo”.

Antes de saltar al campo de las réflex veamos dos clases intermedias, las bridge, y las EVIL, que sin tener las prestaciones y la calidad de aquellas, cuentan en sus filas con autenticas joyas, que se cobran a precio de réflex, por cierto. Son manejables y los resultados sorprenden por su calidad. Las EVIL disponen de objetivos intercambiables y todos los controles manuales o programables. Pero ya hay que decir que las bridge (no así las EVIL) no dan la calidad de una réflex, sencillamente porque el sensor es de menor tamaño. Entonces, ¿dónde está la diferencia con una compacta?  En que al ser más grandes, permiten la incorporación de ópticas de mejor calidad y…algo se gana, pero es falso que la calidad sea “intermedia”, en general se acerca a la de las compactas, salvo alguna que puede calificarse de “capricho”. Y los caprichos se pagan.

Y si estamos decididos a pagar, pues una réflex colmará nuestros deseos…pero hay muchas…No sólo de Canon y Nikon vive el Hombre.

La calidad de una imagen digital es la resultante del equilibrio tamaño del sensor (los dichosos megapíxeles)-calidad de la óptica.


Sensores FX y DX. Ande o no ande, el sensor grande.

Pero ojo con las cantidades ingentes de megas a precio de saldo. Pueden ser interpolados, presentar aberraciones, etc. Desconfía (en esto también) de los chollos de marcas “nisu”. Además hay otra trampa: Comprar una cámara de 30 megas si no se es un profesional que le va a sacar rendimiento, es un disparate porque ¿Sabes el disco duro que vas a necesitar para guardar tus imágenes y la potencia de procesador necesaria para gestionar ese volumen de datos?. Más de uno se ha tenido que comprar otro ordenador …en vez de ese tele para fotografiar buitres que le hacia tanta ilusión.

¿Y el vídeo? Imprescindible aunque no lo vayas a usar e inevitable porque todas las de cierto nivel lo incorporan. Yo hubo un tiempo que opinaba que “las de foto para hacer fotos y las de vídeo para hacer vídeo”. Pero como en tantas otras cosas…me he tenido que rendir a la evidencia. Las DSLR lo hacen todo bien. Foto, vídeo, geo posicionamiento… y no descarto que alguna te dé la buenaventura.

Y nos olvidamos las aventureras, que puestas en el casco te reproducen los movimientos de una bajada por el Sella y nos hacen recordar aquello de las constantes perceptivas que tiene nuestro cerebro y no las cámaras. Bromas aparte son un segmento interesante pero limitado a unos usos muy concretos.

Y llegados a este punto espero no haber aclarado nada, porque esto de comprarse una cámara es más difícil que poner de acuerdo a dos políticos (españoles).

Y si quieres saberlo todo del tema, dos de mis  e-book “Luz, Smartphone, ¡Acción!” y “Domine su cámara digital” os vendrán que ni pintados.

Seguiremos informando.

03 agosto 2016

LOS JAPONESES YA EMITEN EN 8K




Para los incrédulos del “El 4K no sirve porque no se emite nada” una buena noticia: La televisión pública japonesa NHK  ha comenzado a emitir contenidos televisivos en 8K, por un canal en pruebas específicamente lanzado para experimentar con estas resoluciones, y que de momento emite tanto en 4K como en 8K.
Ya hemos comentado aquí que la NHK, con todo el poder de la industria televisiva japonesa detrás, suele ser la pionera en la introducción de novedades y avances tecnológicos como cuando, en los 80 del pasado siglo, comenzó a emitir en alta resolución (HD), casi una década antes de que se convirtiera en el estándar de emisión.
Como ya sabéis, el formato 8K ofrece una resolución de 7680 píxeles x 4320 píxeles,  con un sistema de sonido que admite hasta 22 canales de audio.

La  NHK está programando desde agosto entre otras cosas,  un concierto de Kyary Pamyu Pamyu,  los momentos clave de los  JJOO de 2012 en Londres y un concierto de música clásica, sólo desde las 10 de la mañana hasta las 5 de la tarde.

Como, lógicamente,  nadie tiene todavía televisores 8K, la NHK ha decidido instalar pantallas gigantes en espacios públicos para que los espectadores puedan ver los Juegos Olímpicos de Rio en resolución 8K.

Comparativa de tamaños de los formatos a partir del HDTV.

Como ya comenté también aquí, NHK espera que  gran parte de la población japonesa pueda disfrutar en sus pantallas de los próximos Juegos Olímpicos en Tokyo 2020 en 8K.
Y aquí ...silbando el "only you".

29 julio 2016

VIVIAN MAIER: LA ARTISTA OCULTA



Después de  sobrevivir al exceso de testosterona de los conductores italianos, volvemos por aquí a contaros cosas sobre la imagen digital. Pero hoy voy a ser analógico, porque quiero recomendaros, antes de que se pase la oportunidad de verla, una magnifica exposición fotográfica que podéis disfrutar en Madrid hasta el 16 de agosto en la Fundación Canal de la calle Mateo Inurria (junto al depósito). A mi por poco se me escapa y habría sido una pena.



Vivian Maier no es una fotógrafa conocida, es más, era completamente desconocida. Tras una vida dedicada a su profesión de niñera y su muerte en la indigencia, una serie de rocambolescas coincidencias permitió que su archivo de 120.000 fotografías fuera descubierto en una subasta de baratijas por el historiador John Maloof, que compró por 380$ la que puede considerarse una de las colecciones de street photography más importantes del siglo XX.

Rápidamente su obra entró en los circuitos y hoy la parte que ha sido positivada (unas 5.000) alcanza cotizaciones astronómicas.
Como se ve en el autoretrato, usaba una Rolleiflex de dos objetivos (hasta que se pasó a Leica), cámara que realizaba impresiones de 6x6 cm. lo cual es la causa del formato cuadrado de la mayoria de sus obras.

Desde muy joven montó un modesto laboratorio en su casa y allí iba “dando a luz” sus magnificas imágenes, llenas de espontaneidad y frescura, verdaderas muestras de lo que se llama “ojo fotográfico” como podréis comprobar si visitáis la exposición. Lo más sorprendente es que realizaba sus fotografías sin animo de mostrarlas, en un ejercicio de documentalismo personal, ya que parece que no las enseñaba y su precaria situación económica le impedía positivarlas e incluso se han encontrado numerosos rollos sin revelar.

Viendo sus imágenes de esa Nueva York que conocemos por la obra de otros fotógrafos tocados por la fama y la fortuna, no cabe sino rendirse ante la sutileza, la oportunidad y el valor de una artista que, vaya usted a saber por qué,  no pudo disfrutar del éxito que su talento merecía.

No os la perdáis, os aseguro que se sale de la exposición con ganas de fotografiar “todo lo que se menea”. 

08 julio 2016

CAMBIOS, CAMBIOS (y II)



Como ibamos diciendo....
Esto del lado del emisor. Pero ¿Y el receptor? El cliente, ¿Dónde está el cliente?...¿Quién ve la televisión? ¿Cómo, dónde y con quién la ve?.
El televisor, mejor dicho la pantalla, ya no es el tótem alrededor del cual se reunía la familia para ver el telediario y gozar después de una dosis de benéfico entretenimiento política y moralmente correcto. Hoy, la tercera, la cuarta y la quinta pantallas han conseguido que los integrantes de la familia Telerín salgan disparados a sus respectivas habitaciones a disfrutar en compañía de sus “amigos virtuales” es decir, solos (¡oh!, las redes sociales), de la serie que apetezca o del youtuber que nos diga lo que hay que hacer, en plena “libertad”. Ya no somos esclavos del programador de turno, podemos ver lo que queramos sin que papá o mamá nos echen el aliento en el cogote…ni que el audímetro nos espíe y se chive de lo que vemos. Pero, queridos niños, ¿Os habéis percatado de que los anuncios de YouTube parece que os los hicieran a medida?. Curioso…
Entonces…¿Acaso estamos destinados a una televisión super especializada, con canales Premium que se verá en pantallas de enorme resolución (4K, 8K…) y gran tamaño (80”, 100”) o en la Tablet y el Smartphone y a la carta (y por el que pueda pagarla, aquí está el negocio) mientras las generalistas languidecen entre tómbolas y demás pachangas para votantes adomecidos?
Pues si. Y llegará por los 300 megas esos que circularán por la fibra óptica que viaja bajo vosotros por las autopistas. Cuando ellos quieran, es decir, cuándo el mercado “esté maduro”. Es cuestión de tiempo. Pero hay tanta "pasta" en juego...

07 julio 2016

CAMBIOS, CAMBIOS (I)


He pasado 30 años de mi vida haciendo programas de televisión y siempre escuchaba por los pasillos la misma cantinela: ¡Como cambia esto!, ¡La televisión está cambiando!, ¡Esto va a una velocidad…!
Claro que cambia, es el medio de comunicación tecnológicamente más complejo y  el que más audiencia tiene…¿O tenía?
Porque ahora si que están cambiando las cosas. Antes de la revolución digital, los cambios eran meramente tecnológicos, aunque solían tener alguna repercusión en la narrativa o en la forma de trabajar.
Pero lo que está sucediendo en estos momentos es algo de mucho mayor calado: Es la propia televisión tal como la conocemos la que está en cuestión. Y sus profesionales han de estar muy atentos, porque la “optimización de los recursos humanos” está a la orden del día. No hace ni una semana, el Decano de una facultad de Periodismo de este país, me aseguraba que dicha carrera estaba perdiendo alumnos en número muy alarmante. ¿Es que ya no hay trabajo para los periodistas? Muy al contrario, cada vez hay más medios…digitales. Cuando el papel está quedando como refugio de románticos, igual que la fotografía sobre película, se hace imprescindible que los profesionales del periodismo tradicional se convenzan de que ya no basta con tener una buena agenda. La herramienta ha cambiado la profesión. Y la llevamos todos en el bolsillo, es más, en la mano. Es ese artefacto que comenzó siendo un teléfono y que hoy se ha hecho imprescindible en nuestras vidas.
¿Cuál es la clave de triunfar en el periodismo? No hay sólo una, pero lo de estar en el lugar oportuno en el momento preciso siempre se ha dicho que era la primera. Y ¿Quién está hoy en ese sitio y momento? Cualquiera. Y llega antes que el profesional más rápido porque ya está allí, con su Smartphone, y lo graba y lo cuenta y lo envía…barato, barato, amigo, no me cuesta seguros sociales, pagas extra, nóminas, no tengo que aguantar sus delirios de genio…no pide vacaciones, porque siempre está allí. Somos usted o yo o su prima la del pueblo…y el empresario heredero del Ciudadano Kane tan contento. “Periodismo ciudadano”, lo llaman. ¿Cómo?¿Contrastar las fuentes?¿Qué le pasa en la boca? Y menos mal que siguen haciendo los vídeos verticales…todavía se puede reconocer "al que pasaba por allí".








                                                                                 










4K Y DRONES: UNA BUENA SIMBIOSIS.

Hoy toca recrearse el ojo.

Por si queda algún despistadillo que aun no ha visto como se las gasta el 4k ahí os dejo en enlace para que se os haga la boca agua...



 y desde un dron (HD)



Por cierto hablando de drones, aqui podéis ver una entrevista muy interesante sobre el tema, que despeja muchas dudas acerca de estos apasionantes artefactos voladores. Publicada en FinalCut.es


 FOTO: Aerial Footage Ireland





04 julio 2016

UNA CÁMARA TODO TERRENO, PERO TODO…



Ahora que se avecinan los viajes de alto riesgo (tal como está el patio cualquiera lo es) es el momento de hablar de cámaras diseñadas para soportar cualquier circunstancia y cualquier usuario, que hay cada manitas…
La nueva (julio 2016) OlimpusTG-Tracker es lo más en cámaras de acción. Por mucho que te quieras jugar el bigote, la TG-Tracker no se perderá detalle y con una calidad excepcional. Con empuñadura extraíble, objetivo super angular (Eq.13,9 mm.), estabilización en 5 ejes y pantalla LCD abatible, puedes encuadrar como quieras ya estés en lo alto del Kilimanjaro, en la fosa de las Aleutianas o en el Bernabeu. Sin protección ni carcasa alguna soporta el polvo del desierto, una caída desde más de 2 metros, un peso de 100Kg, 30 metros de inmersión o  -10ºC de frio.
Está dotada de varias e interesantes capacidades de  seguimiento y revisión. Con la aplicación (gratuita) Olimpus ImageTrack 2.0 obtenemos información de altitud, profundidad, temperatura del agua, velocidad, geo localización, dirección… incluso los cambios en la fuerza G (por ejemplo al tirarse en paracaídas). Es decir, te permite centrarte en las imágenes mientras va guardando todos los datos que después te puedan hacer falta.
Ni que decir tiene que su procesador TruePicVII graba en 4K (60p, 30p) ajusta la temperatura de color bajo el agua y en este medio se luce con una LED frontal de 60 lúmenes. Con su Wifi y la aplicación Olimpus O Track podemos enviar las imágenes cuando y donde queramos y la contemplación de los datos de toma puede verse en un mapa o en una recreación 3D.
Puede manejarse a distancia desde el Smartphone sin necesidad de acercarse al león o al hoolligan, preservando así tu integridad.
¡Y lleva soporte para selfies!
¡Quién fuera joven para sacarle partido a este bombón! (y para otras cosas).